La microfluídica estudia cómo controlar el paso de sustancias líquidas a escalas muy reducidas y dentro de canales tan pequeños como un chip. Sirve para realizar análisis y experimentos con muy poca cantidad de estas sustancias, lo que permite hacerlos de forma más rápida y con menos recursos. Por ejemplo, se puede desarrollar un chip diminuto para hacer un análisis completo de sangre utilizando solo una pequeña gota y obtener resultados en cuestión de minutos.